Todas las misiones de las lanzaderas espaciales son grabadas en vídeo siguiendo un estricto control a la hora de realizar las tomas. Son imágenes necesarias que controlan en todo momento lo que ocurre durante cada una de las misiones y que por ejemplo pueden ayudar a determinar la causa de un mal anclaje en los fuselajes de la estación durante una reparación por parte de los astronautas. Pero esas mismas imágenes, tomadas con una pretensión científica para poder controlar las acciones de esos mismos astronautas y de los satélites desde tierra, en ocasiones muestran diferentes anomalías que no deberían estar ahí. Esto es lo que ocurrió en su momento en la STS-115 en 2006, con un espectacular avistamiento OVNI de forma lenticular.

En las misiones STS116 y STS117 también ocurrieron incidentes increíbles:

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